La séptima edición del Modelo de Cumbre del Mercosur, un simulacro de discusiones diplomáticas entre países representados por estudiantes de secundaria tucumanos, hizo que las "delegaciones" participantes discutieran sobre asuntos tan serios como el proceso de integración de los países, los aranceles, el tráfico de personas y la sustentabilidad. La actividad empezó el jueves 12 de septiembre y concluye este viernes en el Instituto Privado San Javier, establecimiento promotor del Modelo desde 2017.
Los jóvenes Guadalupe Cuenya y Santino Palacio, coordinadores del simulacro, contaron cuán beneficioso este espacio es para entender el mundo durante un intercambio de mensajes con LA GACETA. A Guadalupe, por ejemplo, la ayudó a ganar confianza personal y elegir la carrera universitaria que cursa actualmente. A Santino, participar en los modelos le enseñó a entender a los otros y a no sentirse superior a nadie.
Según informó la organización, el Colegio Suizo tuvo que bregar por los intereses de la Argentina; el del Sol, por los de Brasil y del Fondo Monetario Internacional; la Escuela Sarmiento, por los de Bolivia; el Instituto San Martín, por los de Paraguay e Indonesia; la Escuela de Arte y Oficios Obispo Colombres, por los de Uruguay y Singapur; el Guillermina, por los de Venezuela y China; el Instituto Nicolás Avellaneda, por los de Chile y Rusia; el Instituto 9 de Julio, por los de Colombia; el Colegio Los Arcos, por Ecuador y México; la Escuela Municipal Alfonsina Storni, por Guyana; el Liceo Militar Gral. Aráz de La Madrid por los de Perú, Bahamas, Canadá y Sudán; el Carducci, por los de Surinam; el Colegio Guido Spano, por los de Panamá y Corea del sur; el Instituto San Javier, por los de Inglaterra, la India y el Banco Mundial; la Escuela de Artes y Oficios Obispo Colombres, por los de Estados Unidos e Italia; el Gymasium, por los de Israel y El Salvador; la Escuela Secundaria San Pablo Norte por los de Bangladesh y la Escuela Ildefonso de las Muñecas por los de Francia.
Teresita Lomáscolo, rectora del Instituto San Javier, manifestó que, durante el Modelo, los alumnos que se prepararon para representar al país que les fue asignado a su delegación debaten sobre temas de políticas económicas, sociales y ambientales. "La experiencia es altamente convocante y enriquecedora para los estudiantes. Para los adultos que los acompañamos es motivo de orgullo y de esperanza el ver que estos jóvenes se están entrenando para ser líderes en su futuro desempeño profesional", dijo.
“Gracias a los modelos soy una persona segura de mí misma”
Guadalupe estudia Derecho, fue parte de 15 simulacros diplomáticos en total y coordinó esta séptima edición del Modelo de la Cumbre del Mercosur. La joven afirmó que, gracias a espacios como este, pudo encontrar un gran grupo de amigos, mejorar sus habilidades y, sobre todo, descubrir quién es y cuáles son sus intereses.
“Egresé del Instituto San Javier, pero sigo participando en la coordinación (del Modelo) porque me permite conocer gente muy interesante. Me ayuda muchísimo a desenvolverme positivamente en un debate porque mejora mi oratoria y mi capacidad de argumentar una posición”, contó la estudiante.
Cuenya dijo que los chicos que se involucran en esta clase de experiencias aprenden sobre derecho internacional y asuntos de la agenda de las naciones. Los modelistas se ponen en la piel de los representantes de los países y debaten con las reglas que aplican los organismos, en este caso, el Mercosur. La universitaria comentó que, a partir de estas actividades, aprendió a investigar; a redactar discursos e informes, y, por supuesto, a presentarse en público. Guadalupe incluso eligió su carrera después de descubrir que le apasionaban los modelos. “Gracias a ellos, soy una persona segura de mí misma”, expresó.
“Aprendí a no pensar que soy el mejor”
Santino Palacio está próximo a egresar de la secundaria, preside el centro de estudiantes del San Javier y también coordinó el VII Modelo de la Cumbre del Mercosur. En el pasado, el estudiante del San Javier tuvo la oportunidad de ser becado para viajar a un debate nacional en Buenos Aires. “Creo que no sería quien soy hoy sin los modelos”, dijo Santino. Al igual que Guadalupe, subrayó que se trata de un espacio excelente para forjar grandes amistades.
“Lo que más me gusta de los modelos es la oportunidad que te da de sentir que realmente sos un diplomático, de actuar como uno y de trabajar como uno”, apuntó Santino. Y añadió: “más allá de las habilidades comunicativas que logré desarrollar, aprendí a no relajarme, y a no pensar que soy el mejor y quedarme tranquilo con eso”.
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